Una cadena de suministro circular funciona garantizando que los productos y materiales se utilicen durante el mayor tiempo posible mediante el reciclaje, la reutilización y la restauración. Este proceso ayuda a reducir los residuos, conservar las materias primas y reducir los costos operativos.
Al implementar este modelo, las empresas pueden mejorar los esfuerzos de sostenibilidad, atraer a clientes que valoran las prácticas respetuosas con el medio ambiente y mejorar su rentabilidad a largo plazo. Además, un enfoque circular puede conducir a una mayor eficiencia de los recursos, lo que ayuda a preparar las operaciones para el futuro en un mundo con escasez de recursos.