La fumigación es un proceso de control de plagas que utiliza gases químicos para eliminar las plagas, los insectos y otros organismos dañinos de la carga, las instalaciones de almacenamiento o los productos, garantizando el cumplimiento de las normas de salud y seguridad.
La fumigación es esencial para industrias como la logística, la agricultura y el procesamiento de alimentos para prevenir las infestaciones de plagas que pueden dañar los bienes y los ecosistemas. Este proceso implica sellar la zona objetivo, aplicar un fumigante y airearla para eliminar los residuos dañinos y garantizar que los productos sean seguros para su transporte o uso. La fumigación suele ser obligatoria para los envíos internacionales, en particular para los envases de madera y los productos agrícolas.
La fumigación es crucial en el comercio internacional para proteger los ecosistemas de las plagas invasoras y garantizar la calidad del producto durante transporte. Para las empresas, cumplir con los requisitos de fumigación evita costosas demoras en los envíos, multas y posibles rechazos en la aduana. También ayuda a mantener la confianza de los clientes y garantiza el cumplimiento de las estrictas normas de salud y seguridad.
Por ejemplo, un proveedor de logística que envía granos a nivel internacional podría fumigar sus contenedores para evitar que las plagas comprometan el envío. De este modo, la empresa evita demoras en la aduana y garantiza una entrega sin problemas al cliente, al tiempo que cumple con los requisitos comerciales mundiales.