El principio Push funciona pronosticando la demanda y produciendo bienes en función de esas predicciones, en lugar de esperar a que lleguen los pedidos reales. Este enfoque beneficia a su empresa al permitirle planificar y producir con antelación, lo que reduce el riesgo de quedarse sin existencias.
Sin embargo, también puede provocar un exceso de inventario si las previsiones son inexactas, lo que podría inmovilizar el capital. Cuando se usa correctamente, el principio Push mejora la eficiencia de la cadena de suministro al minimizar el tiempo de inactividad de la producción y mantener los niveles de inventario consistentes.