El examen de la puerta trasera es una inspección de la aduana de los Estados Unidos en la que los oficiales abren las puertas del contenedor para inspeccionar visualmente la carga sin descargarla físicamente, lo que garantiza el cumplimiento de las normas de importación.
Este tipo de inspección se lleva a cabo en los puertos de entrada para verificar que la carga coincide con sus documentos de envío y no presenta riesgos de seguridad. A diferencia de los exámenes más invasivos, el examen posterior es relativamente rápido y se centra en las discrepancias visibles. En el caso de la logística y el almacenamiento 3PL, pasar esta inspección sin contratiempos evita costosas demoras y garantiza un movimiento de la carga sin interrupciones.
Los exámenes de puerta trasera ayudan a prevenir el contrabando, el fraude y las declaraciones erróneas al garantizar que los productos importados cumplan con las regulaciones aduaneras. Desempeñan un papel crucial a la hora de mantener la seguridad de la cadena de suministro y, al mismo tiempo, minimizar las interrupciones en los envíos.
Por ejemplo, un principal proveedor de 3PL la gestión del transporte internacional puede ser objeto de exámenes de puerta trasera en envíos de alto riesgo o seleccionados al azar. Si surgen discrepancias, las aduanas pueden pasar a una inspección más detallada, lo que podría retrasar los plazos de entrega y aumentar los costos.