El ciclo entre efectivo y efectivo es el número de días que tarda una empresa en convertir su inversión en efectivo en inventario y producción en efectivo recibido de los pagos de los clientes, lo que mide la eficiencia de sus operaciones financieras y de cadena de suministro.
La métrica del ciclo entre efectivo y efectivo registra el tiempo transcurrido entre el pago a los proveedores por las materias primas y la recepción del pago de los clientes, destacando la eficiencia del flujo de caja. Un ciclo entre efectivo y efectivo más corto significa que una empresa recupera su inversión más rápido, lo que mejora la liquidez y reduce la presión financiera. En la logística y el almacenamiento de 3PL, la optimización de este ciclo ayuda a las empresas a reducir los costos de mantenimiento, mejorar las relaciones con los proveedores y aumentar la rentabilidad general.
La gestión eficiente del flujo de caja es crucial para las empresas que confían en los servicios de 3PL, ya que afecta directamente al capital circulante y a la flexibilidad operativa. Al reducir el tiempo del ciclo entre efectivo y efectivo, las empresas pueden liberar efectivo para reinvertirlo, agilizar la gestión del inventario y mejorar las condiciones de pago a los proveedores.
Por ejemplo, un minorista usando un top 3PL el proveedor para optimizar la rotación del inventario puede acortar el ciclo al mejorar la previsión de la demanda y reducir el tiempo de almacenamiento. La tramitación y facturación más rápidas de los pedidos permiten a las empresas recibir los pagos con mayor rapidez, lo que garantiza un flujo de caja constante y minimiza el riesgo financiero.